¿Qué dice la gente que ha hecho Dios en su vida?
¿Qué dice la gente que ha hecho Dios en su vida?
Tras meses de haber tenido dolores insoportables en mis articulaciones y luego de que los médicos me habían asegurado de que se trataba de cáncer y de que iba a ser muy agresivo, decidí aferrarme a la fe y buscar a Dios. Mi madre me llevó a la iglesia por primera vez, ella se estaba convirtiendo en una mujer de fe y le entregó a Dios mi vida. Yo le di la oportunidad a Jesús de entrar en mi corazón. Meses más tarde tras hacerme los exámenes de seguimiento, el médico dijo: “Felicidades Sr. Sandoval, el cáncer ha desaparecido”. Mis dolores también habían desaparecido. Supe que Dios obró un milagro, ¡La gloria sea a Dios!
– Patricio Sandoval –
Estaba teniendo algunas necesidades en mi área financiera. Mi mamá había dejado una cantidad de dinero para hacer el mercado y sabía que no alcanzaría para comprar otros insumos que eran importantes para la casa. Entonces, mientras estaba en la bañera de dije a Dios: “Bien, tú eres Dios, tu Palabra dice que eres mi pastor y que nada me faltará. No sé cómo vas a hacerlo, pero tú eres mi Padre y suplirás mi necesidad”, le dije a Dios mientras decidí creer. Cerca de llegar al mercado, mientras aún pensaba en la oración que le había hecho, mi mirada se detuvo con dirección hacia el piso. Era una pequeña bolsa, cuando la abrí era dinero, miré alrededor para saber de quién era, pero no hubo ninguna persona en su búsqueda, cuando la abrí: era exactamente la cantidad que necesitaba para comprar mis implementos de limpieza. Di gracias a Dios en ese momento.
– Patricia Flores-
En el 2015, entrenaba para una maratón y me lesioné la rodilla. Para entender mejor, me tomaron radiografías de los pies, las rodillas y las caderas. En la radiografía de la cadera, las vértebras que se podían no estaban rectas. Me tomaron más radiografías, ahora solo de la columna, y se podía ver dos desviaciones: 1) dorsal, de 14 grados; y, 2) lumbar de 20 grados, es decir, escoliosis dorsolumbar. Me dijo el doctor que me trataba que no podía subir de peso y que no era recomendable un embarazo. Me recetó un corset modelo Taylor, con 6 varillas, por 6 meses. Asimismo, se me indicó que debía hacer rehabilitación y natación. Tenía 26 años y me dijeron que lo que se podía hacer era controlar que no se deforme más la columna. Pero Dios tenía otra idea. Tiempo después me casé, y junto con mi esposo decidimos orar y creer, junto con otros familiares. Permanecí haciendo ejercicio para fortalecer los músculos, en especial los de la espalda. Mi esposo me animaba, varias veces me desanimé porque no “sentía” que algo cambie. Más adelante, recibí una dirección de parte de Dios, que no tenía nada que ver con la parte corporal pero que Él indicaba que al hacer eso iba a afectar positivamente a mi columna. Me decidí, lo hice. En ese tiempo, más que la sanidad de la columna, estuve pendiente en hacerle caso a Dios porque me costó hacer lo que me pidió, iba contra mi lógica. Dejé de estar pendiente de los resultados sobre la columna, pero permanecía haciendo mi parte: creer y hacer. Debía creer que Dios lo podía hacer y debía creer que Dios iba a bendecir lo que hacía: ejercicio y dieta saludable para mantener bien a los músculos. En el 2018, en mi lugar de trabajo nos tomaron unas radiografías de la columna, y los resultados me entregaron justo en mi cumpleaños, 23 de octubre, y me indicaron que tenía una desviación de 3 grados en la parte dorsal y 2 en la parte lumbar, ya no había escoliosis.
– Karla Alvarado –