Todas las personas estamos en esta tierra con un propósito; nuestro nacimiento no ha sido un error, estamos viviendo en esta época, con esta familia, con los errores, aciertos, todo toma sentido cuando nos conectamos con Dios, cuando restablecemos nuestra relación íntima con Él, solo en Dios todo lo que ha pasado, pasa y seguirá pasando en nuestras vidas tiene un propósito grande y eterno, es por eso que sin Dios todas las personas caminan con un vacío espiritual, emocional y físico, sin un propósito verdadero en la vida.
Habrá momentos en nuestra vida de muchas dificultades o aflicciones, y esto es natural ya que Jesús advirtió que en este mundo habríamos de padecer de ello, sin embargo, a su vez también dijo que obtendríamos la victoria con él (JUAN 16:33). En esos momentos de dificultad: ya sea que cometiste un error o pecaste o hiciste algo inapropiado; muchas veces nos cuesta saber qué es lo que Dios nos está hablando y qué es lo que él quiere que hagamos.
Escuchando la voz de alguien más
Dios quiere que en este mismo momento conozcamos qué está diciendo, para que así sepamos qué dirección tomar, y como ya se dijo: qué hacer ahora. Sin embargo ¿cuántos en momentos de dificultad o duda, o incertidumbre; ¿nos hemos dejado arrastrar por la voz de alguien más, que no necesariamente ha sido Dios? Por ejemplo, podemos escuchar a un “amigo”, a nuestros padres, pareja, y a veces hasta a nosotros mismos, etc., y no digo que estos siempre se van a equivocar, pero, en realidad no estamos escuchando en primer lugar a la Persona indicada, por lo tanto, las decisiones que tomaremos en función de escuchar a esas voces, nos llevarán al fracaso, inevitablemente.
Un pueblo que creía estar abandonado y no lo estaba
Quiero contarte una historia de la vida real sobre un Pueblo que no supo oír la voz de Dios y en lugar de ello siguió su propia voz, pero antes quiero contarte el contexto de esta historia: Moisés, un hombre ya maduro, sin embargo tan lleno de debilidades como un ser humano común y corriente (Éxodo 6:12); Dios lo llama y le habla a través de una mata de Zarzamora y le dice que debe liberar al Pueblo de Dios de la esclavitud de Egipto (Éxodo 3:4-10) y el acepta la misión (aunque a regañadientes). Después de sacar a los israelitas de la esclavitud de Egipto y hacerlos cruzar por el mar rojo, el Pueblo de Dios se halla durante largos años, caminando por el desierto en busca de lo que sería la promesa de Dios para ellos, una tierra de donde fluirá leche miel (Éxodo 33:3). Sin embargo, el agotamiento, la costumbre y la dureza del corazón de los israelitas, hicieron que estos perdieran su paciencia y en lugar de escuchar a Dios por medio de Moisés, o directamente a Dios; escucharon sus propias voces y obedecieron a sus propios deseos. Moisés había subido al Monte para encontrarse con Dios, para estar en intimidad con él y escuchar las directrices de Dios. Y esto fue lo que sucedió a continuación:
“Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. ÉXODO 32:1-8 RV60
2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.
3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón;
4 y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová.
6 Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
7 Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido.
8 Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.”
¿A quién le harás caso?
Lastimosamente como vemos en el verso 1, vemos a un pueblo que “VEÍA” que su líder quien los dirigiría hacia la bendición tardaba en regresar y por lo tanto se dejaron llevar por la circunstancia, por lo que ellos veían de la situación en lugar de preguntarse ¿Qué quiere Dios que hagamos? Se hicieron caso a sí mismos, a sus propias voces y terminaron haciendo lo incorrecto, hallando la alternativa incorrecta para solucionar su problema o situación, cayeron en un pecado grave. A menudo en la dificultad solemos hacer lo primero que se nos venga a la cabeza y jamás lo meditamos con Dios o le preguntamos: ¿Qué haré ahora Señor?
¿Tú, a quién le harás caso?:
- A LA VOZ DE DIOS: Que inevitablemente te traerá la bendición y te dará la fortaleza y la ayuda para solucionar cualquier adversidad sin importar cuál esta sea (DEUTERONOMIO 28:1). Dios te exaltará.
- A LA VOZ DE LA CIRCUNSTANCIA: Que te llevará al fracaso, ya que creemos que nuestra realidad es el problema que está sucediendo ahora. Aquí está el oír tu propia voz, la que eres llevado por tu naturaleza humana en función de lo que ves. No olvides que caminas por fe y no por vista o por lo que ves (2 CORINTOS 5:7)
- A LA VOZ DEL ENEMIGO: el que viene a matar robar y destruirte (JUAN 10:10). El diablo y sus demonios tienen boca y hablan (MATEO 4:3-9). Satanás le habló a Jesús y le hizo propuestas que iban en contra de Dios y su voluntad. Muchas personas escuchando la voz de satanás o siendo impulsadas por él, han terminado haciéndose mucho daño, perdiéndose y haciendo daño a otros más.
¿Cómo saber cuándo Dios habla?
- ABRE TU BIBLIA: ¿Cuánto has conocido a Dios por tu propia cuenta, es decir sin necesidad de que alguien más te lo predique? ¿Cuánto más conoces al Dios de tu Biblia? Muchas personas quieren oír la voz de Dios, pero Dios los está llamando primero a leer su Palabra. No se trata de la cantidad que leas, sino de que en realidad te tomes el tiempo para comprender lo que Dios te está hablando en ese verso.
SALMO 119:133: “Ordena mis pasos con tu palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.”
- LA VOZ DE DIOS TE EDIFICA, EXHORTA, GUÍA, ADVIERTE, PERO JAMÁS TE DESTRUYE (2 Timoteo 3:16-17): La voz de Dios jamás te dirá: ERES BUENO PARA NADA, NUNCA PUEDES HACER NADA BIEN, YO YA NO TE AMO, ESTOY LEJOS DE TI, ESTÁS DESTRUIDO PARA SIEMPRE. Es por ello que, aun cuando pidas consejo a alguien, debes buscar consejo de personas que realmente tengan una relación con Dios como tus líderes espirituales o hermanos en Cristo.
1 TESALONICENSES 5:11: “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis”
- LA VOZ DE DIOS NO ES CONFUSIÓN: Dios jamás te va a hablar cosas que contradigan lo que ya has aprendido de Dios por medio de Su Palabra. Tampoco Dios es un Dios de comodidad y va a aludir a que no hagas absolutamente nada.
1 CORINTIOS 14:33: “pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos”
- CUANDO ORAS: La oración es muy muy importante ¿qué oras? ¿Necesitas que Dios te bendiga? ¡Tranquilo! Dios quiere bendecirte, pero antes que ello quiere que tú aprendas a reconocer lo que viene de Dios y lo que viene de otras fuentes. SANTIAGO 4:3: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
Cuando ores pide que puedas oír su voz, QUE LA DISCIERNAS para que así tomes la decisión clara y correcta. Dios te responderá, y nunca se contradirá a lo que está en Su Palabra.
Oír la voz y obedecer
La voz de Dios no es difícil de escuchar sino difícil de obedecer. Debes tener fe de que después de haberle pedido a Dios escuchar su voz, así como aprender qué te dirá por medio de su Palabra, sabrás que Dios te está diciendo algo y obedece. Por lo cual, si escuchas su voz, no endurezcas tu corazón, toma el consejo de Dios y haz lo que te diga; solamente así cosecharás bendición y lo mejor para ti:
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.”
“Otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones” HEBREOS 4:7 RV60
Volver a seguir su dirección
Si ya te equivocaste en seguir otras voces, no importa, levántate. Hoy Dios te da una nueva oportunidad para acercarte a Él sin temores, sin límites y aprendas ahora a seguir su voz. Tal vez crees que has estado escuchando durante mucho tiempo tu propia voz de “sabiduría” o la voz de satanás, pero hoy Dios te dice esto:
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.” ISAÍAS 43:25 RV60
Escucha hoy mi voz y síguela, es lo mejor para ti…